Mis aventuras en Rust
Publicado: Abr 4, '16, 14:13
Rust es un juego de steam en el cual el objetivo principal es sobrevivir, recogiendo recursos, asesinando animales y construyendo tu propia casa.
Ahora que sabéis de que va el juego y puesto que aquí no subís nada interesante, voy a comentaros mis experiencias en este maravilloso juego. Lleno capullos, zorrones y muchos rusos.
El juego lo comencé a jugar hace ya casi un año, cuando un amigo me lo recomendó y me fascinó con sus elogios e historias fantásticas y épicas que me contaba. Empecé en un servidor alemán, donde jugaba con mi amigo y no entendía ni la mitad de lo que ocurria alli, puesto que sólo se oían disparos. El sv era básicamente matar y matar, dejando de lado la supervivencia y la construcción, que según mi parecer es la parte divertida.
Un mes después, mi amigo dejó de jugar y yo me busqué mi propio server, donde realmente empieza la bueno, así que prepararos para la **** crema.
EL SERVIDOR RUSO
Tras ser abandonado por mi colega, inicie una nueva vida en un servidor ruso. Sólo, desnudo y con una simple piedra entre mis manos, un bonito comienzo, no?
Al aparecer vi un pequeño montón de madera en lo alto de una colina, que comencé a recolectar con mi fiel pedrusco cuando de pronto veo a un individuo con un jersey rojo y unos pantalones acercándose a mi con una escopeta. Mi reacción fue amistosa, alegrandome de haber encontrado a una persona, guardé rápidamente mi piedra e intente comunicarme con él en un inglés sencillo y entendible. Lamentablemente, lo único que recibí de él fue unas palabras en ruso y un disparo en la frente. Ahí aprendí mi primera lección, no te fíes de nadie.
Renaci en un bosque, la maleza era densa y comenzaba a hacerse de noche. Así que recolecte unos pocos recursos antes de que no se pudiera ver nada y construí una improvisada cabaña cerca de unas montañas. El hambre comenzaba a hacer estragos en mi, y recordé que minutos antes había ejecutado a un inofensivo jabalí, por lo que encendí una higuera para cocinar su carne. Aquí aprendí mi segunda lección, por mucha hambre que tengas, no enciendas una **** hoguera DE NOCHE. Unos pasos se comenzaron a oir, y el sonido de unos picos golpeando mi endeble puerta de madera terminaron de confirmarme el terrible destino que me aguardaba.
LA TERCERA LECCIÓN
Agobiado, y desconsolado por morir tanto decidí alejarme del mundo y construí mi casa en una pequeña costa alejada de la mano de Dios. Medite largo y tendido sobre mis fallos de principiante, y encontré el principal error.
Lo que he de temer es a las personas, así que si no estoy cerca de ellas no me pueden dañar. Deducción lógica, luego reparé en todo, estaba recogiendo recursos, lo lógico sería asentarse cerca de los recursos, ahí estaba mi problema, pense sólo en mi y allí no estaba sólo. ES LOGICO QUE ELLOS TAMBIEN ESTEN CERCA DE LOS RECURSOS.
Así que no hice mal en instalarme en la costa, salir a por unos pocos recursos y poco a poco crecer y mejorar. Una vez amontone una cantidad considerable de madera, fue cuando comencé a colocarme en zonas con recursos y luchar por mi supervivencia, contra mi enemigo principal, los rusos.
Continuara...
Ahora que sabéis de que va el juego y puesto que aquí no subís nada interesante, voy a comentaros mis experiencias en este maravilloso juego. Lleno capullos, zorrones y muchos rusos.
El juego lo comencé a jugar hace ya casi un año, cuando un amigo me lo recomendó y me fascinó con sus elogios e historias fantásticas y épicas que me contaba. Empecé en un servidor alemán, donde jugaba con mi amigo y no entendía ni la mitad de lo que ocurria alli, puesto que sólo se oían disparos. El sv era básicamente matar y matar, dejando de lado la supervivencia y la construcción, que según mi parecer es la parte divertida.
Un mes después, mi amigo dejó de jugar y yo me busqué mi propio server, donde realmente empieza la bueno, así que prepararos para la **** crema.
EL SERVIDOR RUSO
Tras ser abandonado por mi colega, inicie una nueva vida en un servidor ruso. Sólo, desnudo y con una simple piedra entre mis manos, un bonito comienzo, no?
Al aparecer vi un pequeño montón de madera en lo alto de una colina, que comencé a recolectar con mi fiel pedrusco cuando de pronto veo a un individuo con un jersey rojo y unos pantalones acercándose a mi con una escopeta. Mi reacción fue amistosa, alegrandome de haber encontrado a una persona, guardé rápidamente mi piedra e intente comunicarme con él en un inglés sencillo y entendible. Lamentablemente, lo único que recibí de él fue unas palabras en ruso y un disparo en la frente. Ahí aprendí mi primera lección, no te fíes de nadie.
Renaci en un bosque, la maleza era densa y comenzaba a hacerse de noche. Así que recolecte unos pocos recursos antes de que no se pudiera ver nada y construí una improvisada cabaña cerca de unas montañas. El hambre comenzaba a hacer estragos en mi, y recordé que minutos antes había ejecutado a un inofensivo jabalí, por lo que encendí una higuera para cocinar su carne. Aquí aprendí mi segunda lección, por mucha hambre que tengas, no enciendas una **** hoguera DE NOCHE. Unos pasos se comenzaron a oir, y el sonido de unos picos golpeando mi endeble puerta de madera terminaron de confirmarme el terrible destino que me aguardaba.
LA TERCERA LECCIÓN
Agobiado, y desconsolado por morir tanto decidí alejarme del mundo y construí mi casa en una pequeña costa alejada de la mano de Dios. Medite largo y tendido sobre mis fallos de principiante, y encontré el principal error.
Lo que he de temer es a las personas, así que si no estoy cerca de ellas no me pueden dañar. Deducción lógica, luego reparé en todo, estaba recogiendo recursos, lo lógico sería asentarse cerca de los recursos, ahí estaba mi problema, pense sólo en mi y allí no estaba sólo. ES LOGICO QUE ELLOS TAMBIEN ESTEN CERCA DE LOS RECURSOS.
Así que no hice mal en instalarme en la costa, salir a por unos pocos recursos y poco a poco crecer y mejorar. Una vez amontone una cantidad considerable de madera, fue cuando comencé a colocarme en zonas con recursos y luchar por mi supervivencia, contra mi enemigo principal, los rusos.
Continuara...